Realmente podés sentirte bien sacando las fotos que los demás quieren ver y no las que vos realmente querés hacer?
Desde la primera vez que tuve una cámara en mis manos no me gustó sacar fotos "posadas", siempre preferí lo más natural y por ahí no tan impactante. Momentos pasajeros sin mucha trascendencia pero que se veían bien en fotos.
Cuando compré mi primer cámara en 2011 estaba metidísimo en el mundo del cosplay y todo lo otaku, así que naturalmente sacaba fotos con mis amigos y en algunos eventos. No era muy bueno ni muy malo. No se si era por el ambiente o por ser un pendejo pelotudo yo pero todo se empezaba a poner ultra competitivo. Lo que empezó como un hobby más se fue convirtiendo en un grind insoportable.
Hasta mitad de 2018 yo estaba en esa, siguiendo trends, sacando lo que los otros querían ver y siguiendo cualquier táctica pedorra para sumar un like más o que algún pavo me siga. Spammeando likes por todos lados y en grupos de darse likes y comentarios entre todos. Había amasado una cantidad substancial de seguidores pero había renunciando a mi "visión" por subirme al tren del mame. Estar tan metido en algo tanto tiempo labra un surco en tu mente y hace muy difícil salir de eso.
Por suerte caí de casualidad en una página de un fotógrafo japonés injunable, y después en otra y en otra y en otra. WoW, estos chabones sacan re distinto entre ellos pero todo de lo que siempre me gustó, cosas simples, cosas lindas, cosas que se ven naturales y parecen del día a día. Mi cabeza hizo click, estaba desperdiciando mi energía en algo que ni siquiera me gustaba y me había olvidado de lo que en realidad sí disfrutaba.
Largué todo eso del cosplay, archivé todas las redes de fotografía que tenía, dejé de seguir gente que seguía por compromiso. Un fresh start. Los amigos que tenía me decían "ay pero estás loco si te va re bien sos re groso". Seguidores me mandaban mensajes "ay qué pasó que borraste todoo?".
Empecé a sacar lo que me gustaba sin preocuparme si a alguien más le fuera a gustar o no. Ni bien volví a postear cosas en las redes la cantidad de seguidores que tenía se desplomó. No me importó. Las fotos que subía solo recibían una pequeña fracción de reach y engagement respecto a las fotos que subía antes. No me importó. No me lo esperaba pero me llegaron muchas ofertas de trabajos. Lamentablemente por la carga horaria de mi dayjob pude tomar muy muy poquitos, pero me sorprendió un montón. Uno queda tan atado a lo que venía haciendo y se vuelve adicto al feedback positivo que no se lo espera cuando sale de esa. Gente, no hay nada como hacer lo que uno quiere.
Hoy tengo bastante confianza en mi mismo como para desarchivar todas las fotos que tenía de esa época nefasta sin miedo a que me juzguen por el "cambio artístico" o lo que sea. Si se van al fondo del feed de Instagram van a notar un cambio muy zarpado de unas fotos a otras.
Medio que todo este texto es MUCHO TEXTO pero quería aprovechar para decirles que siempre hagan la suya sin miedo a ser juzgados (negativa o positivamente). Hace unos meses venía experimentando con un estilo de edición más suave respecto al que tenía de contraste fuerte, azules y luces altas quemadas, pero no me animaba del todo a empezar a subir por si a la gente no le gustaba, después me acordé de toda este mambo así que aproveché a escribirlo. Espero que si alguien que esté pasando por algo similar lo lee le sirva para animarse a dar ese paso hacia lo que realmente quiere hacer.